La fibrólisis diacutánea es un procedimiento propio de la fisioterapia para el tratamiento de las algias mecánicas del aparato locomotor por la destrucción de adherencias y corpúsculos irritativos inter-aponeuróicos o mio-aponeuróticos mediante unos «ganchos» aplicados sobre la piel. .
Este método fue usado por vez primera por Kurt Ekman, fisioterapeuta sueco que intervino en el servicio londinense de James Cyriax en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, como una evolución de su masaje transverso profundo. Ekman se dio cuenta de que con la mera fricción digital, muchas veces no se llegaba en profundidad y precisión a alcanzar determinados planos tisulares del cuerpo humano, lo que le llevó a la creación de un determinado material que se ajustase más a las necesidades que le exigía la clínica.
Actualmente la técnica se realiza con unos ganchos («crochet») y cada gancho presenta una curvatura diferente que permite alcanzar los múltiples relieves anatómicos que se interponen entre la piel y la estructura a ganchear.